El Sr. Louis-Hubert Remy (con sus satélites: ACRF, Catholicapedia, Editions Saint-Remy) ha respondido, en dos ocasiones, a cuanto hemos escrito sobre la pseudo-retractación de Mons. Guérard des Lauriers. Una sola vez no bastaba, en efecto, si el Sr. Remy ha considerado necesario informarse sobre el Sr. Denoyelle (que primero ha difundido la pseudo-retractación) para saber más. Queremos agradecer públicamente el Sr. Louis-Hubert Remy:
no sólo sus insultos (innobles, mentirosos, deshonestos, calumniadores, blasfemos, gurúes, cloaca de impureza, fumista, etc., etc.) y de los deseos (don Ricossa está destinado a ser vomitado de Dios y a tener una mala muerte) sino también de su indagación sobre el Sr. Denoyelle, de la cual aprendemos:
- Que el original de la “carta” de Mons. Guérard des Lauriers no existe (más). El original, querido señor Remy, no es una fotocopia, y todavía menos el escaneo de una fotocopia que, como todos saben, pueden ser fácilmente manipulado.
- Que la fecha de la “carta” no existe. Ahora la fecha es decisiva, porque hay escritos y declaraciones públicas de Mons. Guérard des Lauriers que atestiguan su fidelidad a la tesis de Cassiciacum: su entrevista en el N° 13 de Sodalitium, mayo de 1987 (https://www.sodalitiumpianum.it/entrevista-a-monsenor-guerard-des-lauriers/); su declaración antes de la consagración del 25 de noviembre de 1987, por ejemplo. Si la carta fuese precedente a estas fechas, la tesis de la “retractación” sería demostrada como falsa.
- Que la persona que habría recibido la “carta” está muerta (y no puede por tanto desmentir o confirmar) y el Sr. Denoyelle no da el nombre.
- Que el estudio (étude) de Denoyelle que habría convencido a Mons. Guérard, según Denoyelle, no existe (más).
- Que dicho estudio, según Denoyelle mismo, no era un estudio, sino un “memo”, una serie de citas de otros autores (Mons. Farges, Mauro Cappellari, luego Gregorio XVI…). Mientras que la “carta” habla de un “estudio” de Denoyelle y de sus conclusiones, para nosotros desconocidas.
- En fin: es del todo imposible que Mons. Guérard haya cambiado de opinión a causa de la citación de Mons. Farges sobre la distinción real (no de razón) entre materia prima y forma sustancial. Incluso un estudiante del primer año de filosofía, en efecto, sabe que materia prima y forma sustancial – si bien realmente distintos – no están separados en la realidad- Pero todo estudiante del primer año de filosofía sabe también que la materia segunda (el compuesto de materia prima y forma sustancial, por ejemplo Pedro) puede tranquilamente existir sin una forma accidental (por ejemplo el ser Papa). Tanto más que – reléase la entrevista del Padre Guérard – la Tesis no habla tanto de materia o forma de Papa, sino de papa materialiter (del punto de vista de la materia) y de Papa formaliter (del punto de vista de la forma): de un elegido de un cónclave esto es (papa materialiter) que a causa de un óbice no ha recibido de Cristo el aspecto formal del Papado que lo constituye Papa (“el estar con” Él de parte de Cristo). La objeción fundada sobre la inseparabilidad entre materia prima y forma sustancial era bien conocida por el Padre Guérard, para quien es imposible que el verla reproducida en una cita de Farges haya podido en cualquier modo realizar un cambio de opinión, tanto más que el Padre Guérard era Académico de Santo Tomás como Mons. Farges, y además docente en la Lateranense, y no un escolar del primer año de filosofía.
Tenemos entonces una certeza: Mons. Guérard des Lauriers ha siempre defendido públicamente la Tesis llamada de Cassiciacum, y esto hasta el fin de su vida, y no ha dicho jamás haberla retractado, ni a nosotros, ni al Sr. Remy y sus amigos, que lo han visitado en el hospital (ninguno ha buscado “manipular” a Mons. Guérard, querido Sr. Remy, por lo menos nosotros no).
Contra esta certeza tenemos una carta que no existe más, enviada a no se sabe quién, escrita no se sabe cuándo, en la cual se habla de un ensayo (étude) que no es un ensayo, y que por cierto no existe más, basado en un argumento infundado y sin embargo ya bien conocido por Mons. Guérard. Y que aquel que había una similar “prueba” de la “retractación” de Mons. Guérard para convertirse a las tesis (no se sabe cuáles) de Denoyelle, ha esperado 30 años para hacerlo saber al mundo.
Creer, sobre estas bases, a una retractación de Mons. Guérard es como creer que los asnos vuelan. Pero incluso si los asnos volasen, no vemos algún motivo de “retractar” una tesis que se demuestra, también en este caso, siempre verdadera y jamás refutada.
Vous évoquez l’abbé Ricossa et ses confrères. Il y a de nombreuses années déjà, certains articles publiés par eux faisaient scandale. Je pense notamment à l’accusation de meurtres rituels d’enfants et de cannibalisme dont les juifs se rendraient coupables chaque année lors de notre fête de Pâques. C’était la reprise presque littérale de l’accusation dont les premiers chrétiens avaient fait l’objet de la part des païens. En écrivant des choses non fondées, on favorise les attaques que les juifs dirigent déjà assez contre l’Église (notamment dans la “Jewish encyclopedia”).
(“Usted hace alusión a don Ricossa y a sus cofrades. Ya muchos años atrás, algunos artículos publicados por ellos hicieron escándalo. Me refiero en particular a la acusación de homicidio ritual de niños y canibalismo, de los cuales los hebreos se habrían hecho culpables cada año, en ocasión de nuestra fiesta de Pascua. Era como retomar casi a la letra la acusación dirigida por los paganos hacia los primeros cristianos. Publicando cosas infundadas, se favorecen los ataques que los hebreos dirigen demasiado contra la Iglesia (en particular en la “Jewish encyclopedia”).
Aquello que es escandaloso es que los católicos que no son modernistas (de hecho: católicos “anti-liberales” como se define L. H. Remy) puedan comparar la cuestión evocada por Denoyelle a las calumnias anticristianas. Sería el caso recordar que la Iglesia se ha pronunciado más veces sobre la cuestión, por cierto con la Bula “Beatus Andreas” del Papa Benedicto XIV, y que la Iglesia venera como beatos a muchos de estos niños. En cuanto a la autoridad histórica, basta citar a Mons. Benigni y, de parte hebraica, al Prof. Ariel Toaff en su volumen “Pascuas de Sangre”. Trayendo de vuelta sin algún comentario crítico las afirmaciones de A. Denoyelle, L. H. Remy y sus acólitos han lanzado el más profundo e irrevocable descrédito sobre la calificación que se da de experto de la escuela católica antiliberal.
Concluyendo. Les repetimos todavía: ¡gracias, Sr. Remy! No podía demostrarnos mejor la verdad de la Tesis y el diletantismo de sus detractores.
Verrua Savoia, 28 de enero de 2020.
Artículo precedente: https://www.sodalitiumpianum.it/de-ore-tuo-te-iudico-lc-19-22-falsas-retractaciones-y-falsos-amigos/