En el extravío y en la confusión, causados por la actual situación de la Iglesia, es útil de tanto en tanto acordarse de algunos puntos firmes.
Os proponemos por tanto la lectura de una carta a los amigos y benefactores del Instituto “Mater Boni Consilii” fechada el 21 de diciembre de 2001, en la cual venía anunciada la próxima consagración episcopal – en Verrua Savoia – de Mons. Stuyver, y venían recordados también los principios y las condiciones que hacían lícita y útil tal consagración episcopal. Nos era en efecto objetado que era innecesaria una nueva consagración episcopal ya que no faltaban en el mundo obispos que consideraban la Sede Apostólica vacante.
Con distancia de quince años, consideramos siempre actual cuanto escribimos entonces: sólo la tesis teológica de Mons. Guérard des Lauriers O. P. era y es válido fundamento para una consagración episcopal sin mandato romano.
Invitamos por tanto a los amigos de nuestro Instituto a hacer un obligado discernimiento entre los obispos que defienden esta tesis teológica, y aquellos que en cambio la rechazan.
Carta a los amigos del Instituto Mater Boni Consilii
Queridos amigos,
La edición italiana del N° 53 de Sodalitium ya ha llegado a vuestras casas, mientras la edición francesa (será el N° 52) estará lista para el nuevo año. No me fue por tanto posible y no me será posible comunicaros – a través de nuestro boletín – de las noticias importantes relativas a nuestro Instituto.
Mons. Robert Fidelis McKenna O. P. estará con nosotros – si Dios quiere – del 10 al 17 de enero. Las Santas Confirmaciones serán administradas el domingo 13 de enero y el lunes 14, en Verrua, los seminaristas recibirán la tonsura.
La noticia más importante es sin embargo la siguiente: el miércoles 16 de enero Mons. McKenna conferirá la consagración episcopal al Reverendo Geert Stuyver, de nuestro Instituto.
La noticia podrá sorprenderos. Algunos estarán contentos, otros preocupados. Permitidme explicaros brevemente las razones de esta elección.
Desde hace tiempo Mons. McKenna había propuesto conferir la consagración episcopal a un miembro del Instituto; habíamos siempre preferido declinar la invitación.
En el 2002, sin embargo, Mons. McKenna cumplirá 74 años, y le será siempre más difícil realizar largos viajes a Europa; nuestros seminaristas, por ejemplo, han llegado al tercer año de estudios sin haber todavía recibido la Tonsura, y muchos de vosotros esperan desde hace varios años recibir la Confirmación.
Ahora, Mons. McKenna es el único Obispo que profesa públicamente y explícitamente la tesis teológica de Mons. L.-M. Guérard des Lauriers sobre la Sede apostólica formalmente pero no materialmente vacante. Esta tesis – que es de siempre aquella del Instituto – nos parece la única que puede explicar adecuadamente la situación actual de la autoridad en la Iglesia. Ella es también la única – a nuestro parecer – que evita todo peligro de cisma. Y para Mons. Guérard des Lauriers es la única que justifica y que hace plenamente legítimas las consagraciones episcopales sin mandato romano. La consagración de un Obispo que adhiere a esta tesis nos parece por tanto legítima y necesaria.
Puesto este principio, habiendo sido consultados los miembros sacerdotes del Instituto y, por unanimidad, habiendo resultado que el candidato más digno, no obstante su joven edad, fuese el Rev. Don Geert Stuyver, Dios mediante será consagrado en Verrua Savoia el 16 de enero de 2002.
El nuevo Obispo se compromete a someter su episcopado en las manos del Santo Padre, cuando Dios quiera dar uno a su Iglesia, que es la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
Reconoce que recibe en la consagración episcopal la plenitud del poder de Orden, particularmente para administrar el Sacramento del Orden y el de la Confirmación, pero no de recibir en algún modo el poder de jurisdicción, que el Obispo puede tener exclusivamente de la Santa Sede. Reconoce por tanto no gozar -en cuanto Obispo- del poder de gobernar en la Iglesia o de enseñar como miembro de la Iglesia docente.
Mons. Stuyver estará entonces a disposición de todos los fieles católicos que quieran apelar a su ministerio para poder recibir aquellos sacramentos que la Iglesia enseña que están reservados al Obispo. Naturalmente la presencia de un Obispo del Instituto residente en Europa facilitará no poco la administración de estos sacramentos.
Agradecemos a Mons. McKenna que ha honrado a nuestro Instituto aceptando conferir la consagración episcopal a uno de sus miembros. Agradecemos a Don Stuyver que ha aceptado recibir un peso no indiferente sobre sus espaldas, un peso que hoy es más bien una carga que un honor. Encomendamos a ambos a vuestras oraciones. Estamos siempre a disposición de cada uno de ustedes para toda ulterior aclaración.
Sobre todo, agradecemos a Dios y a la Virgen del Buen Consejo que nos permiten, con esta gracia, poder continuar mejor la obra iniciada por Mons. Guérard des Lauriers por la gloria de Dios, el bien de la Iglesia y la salvación de las almas.
Verrua Savoia, 21 de diciembre de 2001, en la fiesta de Santo Tomás Apóstol
Don Francesco Ricossa